Las olas

A la entrañable memoria de mi mamá Aurora Vara Brito

Las olas son antiguas lluvias que navegan

inquietas

Ola es el recado urgente que se pierde en la orilla

la fatiga de los navíos pasajeros

Ola es la tierna infancia marinera

es también olvido y a veces puntual regreso

las soleadas voces de mares, ríos y lagunas

embarcaderos, quillas, timones, arrecifes de coral
el canto de los farallones por la mañana
y por la tarde

El cielo crepuscular de Jicacal y Montepío

atrapa olas que se rompen contra la escollera

En las olas desnudas del trópico hay sirenas

en las olas constantes de ríos hay lloronas y chaneques del Sur

Ellas son veloces y lentas

coléricas y apacibles

y se desenvuelven en el firmamento grande de la tierra

Las olas golpean y acarician

complicidad de azules quebrantos grises

Las olas nos hablan de ahogados, de suicidas, de naufragios

de adioses definitivos

de lágrimas hondas en pañuelos blancos

Mujeres y hombres llevan olas prendidas

en los ayeres irrepetibles

en los amores efímeros en el llanto de sal

Las olas se deslizan y cabalgan en mis ojos

necias viajeras portadoras de estrellas de la tarde

portadoras de caracoles y conchas marinas
floraciones de plancton y sonrisas de cetáceos

Las olas arrastran medusas, hojas, restos de animales

cascajo, enmarañadas trenzas de sargazo, zapatos y pedazos de madera

Arrastran, arrastran. Siempre arrastran.