La Carta

My darling

me dices en tu e-mail

que no eres feliz

que el trabajo

de contorsionista

es difícil

que es complicado

vivir encerrado

en un veliz

de circo de tercera

que te asfixia

la timidez de tus articulaciones

elásticas,

que la fugaz cartelera

te impide llegar

y yo te imagino claramente

en la gran pista profesional

rodeado de reflectores

y aplausos

clap clap clap clap clap

con tus músculos provocativos

mientras recibes ovaciones

en un pueblo europeo